Luego de una serie de infortunos y de golpes en mi vida, decidí internarme en un mundo que me llevara lejos de mi realidad... Y quizás así poder encontrar el amor que a mí se me negó... Poder encontrar algo similar a lo que me sucedía. Decidí integrarme ala lectura y dedicarme así a exprimir gotas de amor que encontaraba en los libros.
Vivo con una gran desilución en mi corazón, la que debo llevar conmigo cotidianamente. Puede sonar absurdo al mundo, que una adolescente de 17 años sufra por amor, pero es lo que me acompleja e intento olvidar con un mundo que gracias a Dios me brinda todo.
Puedo decir que mi vida gira en torno a grandes textos de conocimiento, de los cuales, me he llenado del saber. No me cuesta nada, el dedicarme por una tarde entera a leer y estudiar un libro de biología o quizás de signos físicos. Pero se me produce una sensación realmente distinta cuando me siento a leer una novela... Así mi mente viaja por un mundo que me ayuda a olvidar penas.
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